¡Nuevo “Mini informe Río Negro”! HVH les trae una versión express de la charla que brindó en el ciclo #JuevesDeHidrógeno Guillermo D’Ambrosio, licenciado en Geografía, es especialista en Sistemas de Información Geográfica (SIG) y Teledetección aplicados al estudio del medio ambiente.
Para quienes deseen consultar los artículos completos, podrán visitar: https://hidrogenoverdehoy.com.ar/informes/ y el libro “Jueves de Hidrógeno: 20 encuentros”.
Planificación territorial ambiental para el fomento de las energías renovables
Se trata de una metodología, traducida luego en herramientas, que permite ordenar objetivos y racionalizar la toma de decisiones en el marco de la regulación de los territorios (normas, leyes, cartas orgánicas, etc.), que tiene como propósito gestionar las acciones tendientes a mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos de un determinado territorio, al tiempo que hace énfasis en la sostenibilidad ambiental de esas acciones.
“Hoy, uno de los grandes paradigmas y desafíos tiene que ver con el modo en que las actividades humanas manejan la economía con los recursos que nos brinda la naturaleza, donde el camino hacia las energías verdes se vuelve cada vez más determinante”, apuntó el experto. Ante ese panorama, ¿cuál es el aporte que puede hacer la planificación territorial ambiental para promover el desarrollo de las fuentes renovables?: “Nos brindaría las herramientas necesarias, tanto metodológicas como operativas, para el análisis, el fomento, la implementación y la gestión territorial para el uso de estas energías”, afirmó D’Ambrosio.
Para una buena planificación territorial enmarcada en el objetivo de fomentar el desarrollo de las fuentes renovables se deben tener en cuenta diversas etapas. Al respecto, el especialista definió: “En la etapa preparatoria tenemos que analizar los antecedentes en las regiones pioneras, hacer una revisión técnica bibliográfica de lo que se está haciendo en otros países, recolectar datos del territorio en cuestión (geomorfológicos, climáticos, etc.), y estudiar la normativa vigente. Luego, en la etapa de diagnóstico podemos analizar el potencial, las limitaciones y variantes de la energía que queremos empezar a utilizar, así como también debe considerarse cómo es la infraestructura de ese lugar incluyendo la disponibilidad de recursos naturales y humanos”.
“La tercera etapa -continuó- es la de pronóstico, donde se hace un ordenamiento territorial para las fuentes renovables disponibles (ejemplo, mareomotriz en regiones costeras). Posteriormente, en la etapa de formulación se delimitan las acciones y usos que se le va a dar a un territorio para determinada energía renovable, posibilitando una mirada general que nos va a permitir fomentar no solamente un desarrollo sino varios. La quinta y última etapa es la implementación, donde se materializan esas acciones ya formuladas”, finalizó el Lic. D’Ambrosio.
INFORME COMPLETO: https://hidrogenoverdehoy.com.ar/11-jueves-de-hidrogeno/
Foto: Horizonte Minero