A fines de mayo se envió al Congreso Nacional el proyecto de ley que busca regular el despliegue del hidrógeno de bajas emisiones en el país. En adición, el 12 de septiembre se presentó la Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Economía del Hidrógeno. Mientras tanto, y ante el inminente nuevo Gobierno que conducirá el flamante presidente electo Javier Milei, el sector espera definiciones.
La principal demanda apunta a un marco regulatorio que otorgue previsibilidad y estímulo a esta industria con la que el país puede aprovechar sus ventajas comparativas, principalmente dadas por sus recursos eólico y solar de alta potencia y el sistema científico-tecnológico-productivo que, junto con la experiencia en la industria del gas (entre otras), posicionan a la Argentina como un socio estratégico para los planes de descarbonización que cada vez toman más fuerza en el plano global.
Argentina tiene todo para jugar un rol protagónico como proveedora de hidrógeno de bajas emisiones (verde y azul). Los próximos meses serán cruciales para ver qué rumbo tomará el país en esta esfera que puede marcar un antes y un después en su historia productiva.